LA HISTORIA DEL HIELO NATURAL | ENERGÍAS RENOVABLES

Mexicali es una ciudad fronteriza que tiene una forma de vida muy particular, bajo el nivel del mar y con un calor que simula el desierto más abrasador, también es frontera con Estados Unidos y la particularidad se hace aún más evidente transformándose en, dicho coloquialmente, una ciudad maquilera. El vecino americano instala fábricas en este lado del muro por la razón, entre muchas otras, de la mano de obra barata.

Sólo hay que echar un vistazo a todos los egresados de la Licenciatura en Ingeniería que hay cada año (sí, es una licenciatura), pues los jóvenes saben que precisamente en esta zona las fábricas van a necesitar ingenieros para hacerla funcionar.

No sólo Estados Unidos aprovecha esto, también otros países como los orientales que han tenido un gran auge en el mercado fronterizo en los últimos años. Menciono esto pues una ingeniera que labora en una de estas fábricas me comentó algo que se me hizo muy interesante y hasta cierto punto desconsolador.

Un colaborador viene de oriente del país del sol rojo, salía muy seguido a observar el cielo y le preguntaron por qué lo miraba tanto, respondió que el cielo de aquí sigue siendo azul, de donde él viene éste ya no es de ese color y le crea una satisfacción ver el techo del mundo todavía limpio pues para su país eso se ha convertido en un mito, algo de una vida pasada.

Esa decoloración del cielo, la contaminación que el planeta está teniendo en estos últimos años cada vez es más notorio, incluso en esta ciudad fronteriza donde el cielo sigue siendo azul, al despertar cada mañana el ambiente se cubre por una capa de polvo, si estás en un lugar alto y miras hacia abajo no podrás distinguir a las personas, no por falta de una visita a la óptica de moda, sino porque ese polvo crea un escudo de tierra que no te deja ver más allá.

Y esto se agrava al ser una localidad atiborrada de fábricas que, si bien ayuda a generar empleos y a que la economía de ambos países se mueva, poco a poco estamos sintiendo los estragos de una contaminación que se está transformando en eso que se viene pronunciando últimamente, calentamiento global.

Cada verano es más caliente (y eso ya es decir mucho en la ciudad que capturó el sol), cuanto más dióxido de carbono hay en la atmósfera, más calor retiene. Cada segundo que pasa las fábricas siguen enviando esa contaminación, entonces miramos cómo se oscurece, miramos al cielo buscando una solución y ahí está, una estrella que a pesar de todo sigue saliendo.

El sol da mucha energía, es renovable y natural, normal que las civilizaciones antiguas lo adoraran. Ya se empieza a trabajar en energías aprovechando el poder del sol, agua, viento y tierra (momento Avatar desbloqueado) llamadas energía solar, energía eólica, energía mareomotriz, energía hidráulica, energía geotérmica y son sólo algunas de las energías que ya se están trabajando pues respetan el medio ambiente, son ilimitadas y son más seguras para nuestra salud.

Después de todas las maravillas mencionadas, ¿por qué no se utilizan en todo el mundo? La respuesta, como siempre, no es sencilla. No todos los lugares del mundo disponen de los mismos recursos naturales, su obtención es irregular por ejemplo, si necesitas más energía quemas más carbón, pero por el otro lado no le puedes pedir al sol que salga de noche o pedirle al viento que sople más fuerte. Un enorme sin embargo aparece, pues la comunidad científica ya está trabajando en nuevas tecnologías para utilizar estas energías de la mejor manera posible, es indispensable acelerar la transición hacia estas u otras energías renovables incluso ya hay países que están cerca de ser 100% renovables, como Noruega y Dinamarca.

Su precio ha bajado, utilizarlas es gratis (a menos que privaticen el sol) son las herramientas para obtener o guardar la energía lo que cuesta, se generarían más empleos, corporaciones pudieran dedicarse a ese tipo de energía para llevarla a lugares donde no hay recursos y así obtener ganancias pero entonces hace aparición el verdadero villano de la historia.

En algún momento leí la historia del hielo natural, quienes se encargaban de eso ganaban muchísimo dinero, pero luego llegó el hielo artificial que son los refrigeradores como los conocemos. Quienes se encargaban del hielo natural no se adaptaron al cambio y mejor decidieron crear propagada negativa acerca del hielo artificial, haciendo creer que era tóxico entre otras artimañas ¿por qué? El punto de las empresas es ganar dinero por lo que el optar por utilizar las nuevas tecnologías de ese entonces tal vez hubiera funcionado, pero no es tan sencillo pues los amos del hielo natural ya habían invertido en enormes bodegas para guardarlo, máquinas extractoras de hielo, enfriadores industriales, barcos para las expediciones en búsqueda del producto y no querían reinvertir en el nuevo trending de ese momento, el hielo artificial. Algo similar pasa con las energías y las empresas actuales, ya se creó todo un sistema monetario alrededor de la energía a base de carbón y petróleo, petroleras, máquinas y todo un arsenal de trabajadores para atender esa única y contaminante energía, por lo que pasa lo mismo que con el hielo, no es tan fácil dar el paso hacia lo nuevo pues ya se realizó una inversión multimillonaria y sólo queda la esperanza de que emerja un héroe que se arriesgue (tendrán una dura batalla) y logren lo anhelado por todo el mundo, un mundo con energías 100% renovables, puras y limpias.

Por el momento todos los políticos y empresarios que opinan sobre el tema coinciden en que hay que actuar inmediatamente y así surge la contradicción de todos la quieren, todos la necesitan, pero nadie lo hace.

El planeta está pidiendo a gritos un cambio, estamos en esa relación tóxica que sabemos debemos terminar, pero el cambio no es nada fácil, exige sacrificios, en este caso monetarios por parte de las poderosas industrias que manejan el mundo, pero tengo fe que lento pero seguro, el cambio ocurrirá. Mexicali es una ciudad fronteriza muy particular, está bajo el nivel del mar, inundada de empresas del país vecino y con un calor que se ríe del infierno, pero si miras hacia arriba buscando alguna solución, todavía podrás admirar ese hermoso cielo azul.